Los vuelos a Ushuaia y a El Calafate ya no se hacen con dos pilotos y en el día, sino con tres y pernocte. El personal de tierra trabaja ahora dos horas diarias menos. Y la última reunión con las autoridades de Boeing no fue en la sede de la empresa, sino en el sindicato de pilotos.
Algunas cosas han cambiado en Aerolíneas Argentinas y Austral en los últimos cinco meses, tras la virtual intervención del Gobierno. Todavía no terminó el año y el Estado ya desembolsó, si se consideran los aportes del Banco Nación, 1070 millones de pesos para operaciones y salarios, casi el doble de los 600 millones presupuestados para todo 2009.
La suma, confirmada a LA NACION por funcionarios del área y por la propia compañía, no es despreciable en el mundo aeronáutico: con el mismo dinero, Aerolíneas podría comprar 34 Boeing 737-500 con una antigüedad no superior a cinco años, o el Estado argentino podría convertirse en importante accionista de líneas aéreas bastante más exitosas, como TAM (cuesta 1534 millones de dólares) o Gol (852 millones). Tercera alternativa: restaurar 35 aeropuertos equivalentes al de Resistencia, reinaugurado en julio pasado.
Como reloj suizo
"¿Alguna vez vio a un piloto de Aerolíneas corriendo por Aeroparque para llegar a horario? Bueno, ahora se los ve", decía ayer con sorna un hombre del grupo Marsans, el controlante que discute en estos momentos con la Casa Rosada por los términos de la anunciada venta al Estado. Se acabaron, en efecto, las demoras que los pasajeros de la compañía sufrían desde mediados de 2006, cuando los españoles pactaron la primera entrada del Gobierno en el paquete accionario.
Los gremios han entendido, como nadie, el comienzo de la etapa estatal. De tan aplicados, algunos llegaron a sorprender con atribuciones impensadas; no fueron directivos de la empresa los que estuvieron diez días en Seattle, semanas atrás, para elegir la nueva flota de Boeing, sino dos representantes del sindicato de los pilotos.
En la empresa dicen que, desde que el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, empezó a hacer realidad sus pretensiones de reestatización, las pérdidas del grupo han caído de entre US$ 30 millones y 50 millones mensuales a montos inferiores, estimados ahora entre 30 millones y 45 millones.
Se pierde menos, aunque también se vuela menos. El competidor LAN es ya el dueño del 50% del mercado de los destinos a Córdoba y a Mendoza, las dos rutas más importantes del cabotaje. Aerolíneas tenía 5 vuelos diarios a Santiago, Chile, hoy reducidos a dos. LAN, en cambio, ofrece ocho o nueve, según el día. Miami es otra ruta que ha perdido: cinco trayectos por semana, frente a los nueve en promedio del resto de las aerolíneas. El mes pasado, la oferta general de recorridos era un 23% inferior a la registrada en octubre del año pasado. Se han incorporado, de todos modos, siete aviones: eran 30 en julio y ahora son 37.
La próxima estatización / Datos controvertidosAerolíneas ya tiene un fuerte costo fiscal
El Estado le transfirió este año $ 1070 millones para operaciones y salarios, casi el doble de lo presupuestado para todo 2009
lanacion.com | Economía | Mi?oles 12 de noviembre de 2008

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