sábado, 29 de noviembre de 2008

¿Quienes son responsables por los contenidos de la televisión ?

Un nuevo pronunciamiento se ha sumado a los reiterados reclamos de diversos sectores sobre la calidad de los contenidos en los medios de comunicación. El miércoles último, la Mesa Nacional de Televisión y Valores emitió una declaración titulada "La sociedad exige mejores contenidos en la televisión".

La mencionada organización civil tiene entre sus integrantes a representantes de los cuatro credos mayoritarios de la Argentina -católico, evangélico, judío y musulmán-, que se han sentado a una misma mesa desde 2005, unidos por la común preocupación que genera la incidencia de los contenidos de los medios en niños y jóvenes, y la erosión que ejercen en los esfuerzos educativos que realizan la familia y la escuela.

Los miembros de la Mesa Nacional de Televisión y Valores anunciaron la presentación al Poder Ejecutivo Nacional de un proyecto de reforma del régimen de horario de protección al menor, que oportunamente elevaron a las autoridades del Comfer. Se trata de una adecuación del régimen existente -al que con razón califican de "falaz"-, que permita contar con un instrumento de contralor efectivo de lo que se emite por TV.

En su declaración, apelan además a todos los protagonistas de la escena televisiva y convocan a la sociedad entera a reclamar que las declamaciones se transformen en acciones concretas, efectivas y permanentes por parte de todos aquellos -emisores, productores, anunciantes y el Estado- que de manera directa o indirecta tienen en sus manos la difusión de contenidos a través de los medios de comunicación y el contralor de su calidad.

Casi simultáneamente, se conoció otro pronunciamiento similar de un vasto y representativo sector de la sociedad. En torno a distintas academias, como las de Educación, Letras, Medicina, y Artes y Ciencias de la Comunicación, entre otras, se aglutinaron más de cuarenta entidades, entre las que se encuentran universidades e instituciones educativas, cámaras empresariales, fundaciones y organizaciones de la sociedad civil, que propusieron a los medios, a los anunciantes y al propio Estado un compromiso mayor y efectivo con la educación de los menores, ante el deterioro que ésta sufre en razón de los contenidos de la televisión.

Una vez más la sociedad argentina tiene la oportunidad de reflexionar y de actuar. De nuevo, estamos ante la ocasión de pasar de las declaraciones oportunistas y efectistas a verdaderas medidas políticas de diseño; de probar con hechos que el declamado interés por el bien común es algo más que una expresión ambigua, vacía de contenido real o una expresión que oculta intenciones electoralistas.

El bien común en este caso tiene la cara concreta de niños y jóvenes. Caras concretas con nombre y apellido, que, día tras día, pierden oportunidades de acceder a mejores conocimientos, mejores entretenimientos y juegos, mejor información; en suma, mejor educación.

La niñez y la juventud argentina están desde hace tiempo seriamente amenazadas por toda clase de peligros y aun, en vastos sectores, inmersas en situaciones más que preocupantes: el alcohol y las drogas, la delincuencia y la violencia, la marginalidad, la pobreza y el hambre. Los adultos tenemos con ellos una deuda importante e impostergable. Ellos son el objetivo -y no uno menor o desdeñable, sino el principal- de nuestros esfuerzos por procurar el bien común en la sociedad. Ocuparnos de lo que les estamos transmitiendo es parte de este esfuerzo.

Pero para cobrar clara conciencia de cuán solitaria ha de ser la tarea que tienen por delante la familia y la escuela, son oportunos los pedidos de las academias y de la Mesa a los responsables primarios de esta situación.
Editorial ITV: la sociedad exige, nadie responde

La erosión de los esfuerzos educativos de la familia y la escuela por ciertos contenidos televisivos debe hacernos reflexionar

lanacion.com | Opinión | S?do 29 de noviembre de 2008

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