El aumento del gasto público y de la deuda, sumado a las presiones salariales y a un volumen de ingresos que no acompaña ese ritmo, configura un panorama fiscal complejo. Según la consultora Economía y Regiones, el resultado financiero consolidado de las provincias -es decir, computando ingresos, gastos y el pago de la deuda pública- presentaría este año un déficit de 2100 millones de pesos.
Para 2008, la situación se agravaría, de acuerdo con las proyecciones de esa entidad, y el déficit promedio se profundizaría hasta 3000 millones, sobre todo si el aumento en los salarios del sector público supera el 22 por ciento.
Tan sólo en una semana, cuando los gobernadores electos asuman sus funciones, darán cuenta de una herencia en muchos casos por demás compleja. Las que lideran el ranking provincial son Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con presupuestos deficitarios y responsables de que el promedio general muestre un saldo negativo. Los otros tres grandes distritos, Córdoba, Santa Fe y Mendoza, si bien no muestran déficit, también transitan un camino con distintos grados de dificultad, según el caso.
"Las perspectivas para 2008 en las provincias no son para todas las mismas. Las provincias que recaudan regalías petrolíferas y gasíferas tendrán más chances de beneficiarse con los altos precios de los commodities . En cambio, Buenos Aires, que no tiene esa suerte, que en lugar de tener petróleo tiene recursos naturales que no pagan regalías sino que son gravados por las retenciones a la exportación que aplica la Nación, no se verán tan beneficiadas por la coyuntura. Esta será una de las provincias que más desafíos generen en el agregado de las cuentas provinciales", sintetizó Luciana Díaz Frers, del Cippec.
El déficit total llegaría a $ 2100 millones; Buenos Aires y la Capital, entre las peores
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