martes, 6 de noviembre de 2007

Zapatero a sus zapatos.

Diciembre de 2001. Al mismo tiempo que estallaba una de las peores crisis políticas, económicas y sociales del país, un ingeniero en robótica y el creativo de una agencia de publicidad cifraban sus esperanzas en la lucha contra la celulitis.

Fernando González y Diego Bazzurro pretendían cambiar sus vidas, pero no se sometieron a tratamiento alguno, fundaron Body Health, una empresa que hoy es líder en investigación, desarrollo, fabricación y comercialización de equipamiento estético y medicinal, y que exporta el 85% de su producción a 45 países.

La aventura que emprendieron entonces junto con dos socios minoritarios, Pablo Cappelletti y Marcelo Fortunato, resultó un éxito: la evolución comercial fue constante.

Año tras año han duplicado su facturación y proyectan triplicarla para los próximos dos ejercicios. En 2004, facturaron 900.000 pesos; en 2005, 1.800.000 pesos, y el año pasado, cuatro millones y medio.

En la Argentina comercializan sus productos de manera directa; para el exterior tienen una red de distribuidores en América latina, Estados Unidos, Asia y Africa.

¿A qué atribuyen el crecimiento sostenido?, preguntó LA NACION. Bazzurro mencionó varios factores. "Al profundo conocimiento del mercado, a pautas muy estrictas referidas a los sistemas de calidad, a las mejoras continuas que hacemos en los procesos operativos, administrativos y comerciales. Hay cosas que respetamos a morir, como el cumplimiento del plazo de entrega y los controles de calidad", contó.
El caso Body Health
La empresa fundada hace seis años exporta el 85% de su producción a centros terapéuticos de más de 45 países
LANACION.com | Comercio exterior | Martes 6 de noviembre de 2007

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