– Para paliar el envejecimiento de la población y frenar la inmigración ilegal, la Unión Europea (UE) presentó ayer su proyecto de “tarjeta azul”, un nuevo permiso de residencia destinado a atraer trabajadores extranjeros altamente calificados, como ingenieros, médicos y enfermeras, que hoy prefieren radicarse en Estados Unidos, Canadá o Australia. Bautizado “tarjeta azul” en alusión a los colores de la bandera de la UE, el proyecto está inspirado en la green card, indispensable para trabajar en Estados Unidos. El plan llama a admitir en la UE a unos 20 millones de inmigrantes –no sólo altamente calificados– de Asia, Africa y América latina en las próximas dos décadas. “Los países de la Unión Europea no parecen ser muy atractivos en el actual contexto de fuerte competencia internacional”, admitió la Comisión Europea (CE) al justificar su propuesta, presentada ayer en Bruselas. El porcentaje de trabajadores extranjeros altamente calificados en la UE es de 1,72%, mientras que en Australia alcanza el 9,9 por ciento; en Canadá, el 7,3 por ciento; en Estados Unidos, el 3,2 por ciento, y en Suiza, el 5,3 por ciento, según un estudio difundido por la CE. Frente al envejecimiento demográfico y las mutaciones económicas, la UE "necesitará cada vez más mano de obra calificada", afirma la Comisión. En la actualidad, la UE tiene entre 34.000 y 74.000 inmigrantes de alto nivel profesional. Cerca de 300.000 puestos de trabajo están actualmente vacantes sólo en los sectores de la información y las telecomunicaciones, según cálculos de la oficina de estadísticas de la UE, Eurostat. El verdadero objetivo del nuevo proyecto, sin embargo, "es poner freno a la inmigración ilegal", afirma Franco Frattini, comisario europeo de Justicia y de Interior, responsable del proyecto "tarjeta azul". Terminar con el ingreso masivo de indocumentados se ha transformado en una prioridad para la UE. Con la "tarjeta azul", la Comisión intenta proponer una alternativa a la tentación de la regularización masiva, como sucedió en España (2005) y en Italia (2003). El otro objetivo es evitar la inmigración económicamente inútil. Según Eurostat, el 85 por ciento de los emigrantes no calificados de los países en desarrollo se radica en la UE, mientras que sólo el 5 por ciento lo hace en Estados Unidos. Y mientras el 55 por ciento de los trabajadores que poseen diplomas universitarios van a Estados Unidos, sólo el 5 por ciento llega al bloque europeo. De acuerdo con el nuevo proyecto, el inmigrante que obtenga una "tarjeta azul" recibirá un permiso de residencia y de trabajo de dos años, que se podrá renovar otros dos. A los cinco años podrá obtener la residencia permanente. Luego de dos años, estará autorizado a trabajar en las mismas condiciones en cualquier otro país de la UE. También podrá reunirse con su familia en menos de seis meses, gracias a un procedimiento acelerado. Esos nuevos residentes tendrán los mismos derechos fiscales, laborales y sociales que los ciudadanos de la UE. A cambio, los candidatos deberán cumplir criterios estrictos de selección: tener un diploma reconocido, demostrar por lo menos tres años de experiencia profesional y tener un contrato para un trabajo que ningún trabajador comunitario pueda desempeñar. Para evitar un dumping social, algo que temen los sindicatos, deberán ganar un salario tres veces superior al ingreso mínimo del país donde residirán. Los jóvenes profesionales menores de 30 años que quieran trabajar en el espacio europeo contarán con incentivos suplementarios.
Ante el envejecimiento demográfico
Se presentó un plan para un nuevo permiso de residencia
LANACION.com Exterior Miércoles 24 de octubre de 2007
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