domingo, 28 de octubre de 2007

Exportar valor agregado

Cuando se habla de desarrollo en la Argentina, suelen aparecer algunas propuestas equivocadas o algunos análisis con diagnósticos difíciles de aceptar. Una idea generalmente reconocida como políticamente correcta es que la economía no debe exportar tantas materias primas y, en cambio, concentrarse en la venta al extranjero de productos con mayor valor agregado. En ese diagnóstico, la soja aparece casi como una especie de producto despreciable que debería ser reemplazado por otros con "valor agregado". Pero ocurre que la soja es casi toda valor agregado. Las semillas tienen un valor muy bajo y a veces nulo respecto del producto final. De modo que un poroto de soja cosechado es casi todo valor agregado. En cambio, un automóvil tiene un precio mucho más alto por kilo, pero no es todo valor agregado. Las piezas del vehículo no son gratuitas y las más costosas suelen ser importadas. De modo que es un error creer que el ensamblaje agrega el valor total de la unidad. Por cierto, la Argentina conserva algunos sistemas de subsidio al ensamblaje de bienes industriales con partes importadas. Ese proceso emplea mano de obra, que es, en todo caso, lo que se subsidia, además de las ganancias empresariales. El valor agregado no es mucho.
Jorge Oviedo
Fuente: La Nación

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