viernes, 10 de agosto de 2007

Viva la informacíon libre

Se puede, lo demuestra una iniciativa que el Massachusetts Institute of Technology, MIT, puso en práctica en el año 2002 y que al día de hoy fue imitada por cientos de universidades en China, Francia, Estados Unidos, Japón y Vietnam. El material usado por los alumnos del MIT está publicado libremente en Internet. Así es, cualquiera de nosotros puede acceder a dicho material sin ninguna restricción, ni siquiera de registro previo. El MITOpenCourseWare es una forma de pensar la sociedad del conocimiento.
Pero no es la única.

Google pagó hace pocos días unos 1.300 millones de euros por You Tube. Cerca de 40 euros por visitante. Algo se está moviendo en la web
¿Que hay detrás de estas noticias?
Algunos datos (OCDE):
- Tres de cada cuatro estadounidenses están conectados a Internet durante un promedio de tres horas diarias.
- El sector de la tecnología de la información crecerá un seis por ciento durante el 2006.
- En países de la OCDE, las empresas de tecnología de la información representan el 9 por ciento de la facturación industrial y emplean a 14,5 millones de personas.
- Dentro del gasto en tecnología, el sector más dinámico es el de I+D.
- En China, el gasto en tecnología de la información alcanzó los 118 mil millones de dólares durante el 2005, con un crecimiento del 22 por ciento anual desde el 2000.

Peter Drucker fue de los primeros en advertir los cambios sociales y empresariales de una sociedad estructurada sobre los flujos de información y el valor de lo intangible.
Lo invisible se convierte en el principal activo de muchas sociedades globales. Marcas, investigación y desarrollo, patentes de invención y procesos. Eso es conocimiento.

Algunos casos no tan recientes: Thomas Alva Edison y Alexander Graham Bell fundaron grandes empresas sobre el monopolio temporal que obtuvieron gracias a las patentes por sus inventos.

Es sin dudas la propiedad un factor especialmente sensible en lo que al conocimiento respecta.

John Locke, en su Segundo Tratado Sobre el Gobierno Civil afirmaba que el principal motivo que tiene un individuo para formar parte de una sociedad es la garantía de la preservación de su propiedad.

Los primeros debates jurídicos sobre la propiedad intelectual surgieron hacia fines del siglo XIX, cuando el escritor francés Victor Hugo impulsó la creación de la Berne Convention for the Protection of Literary and Artistic Works para proteger los derechos de propiedad de artistas.
A lo largo del siglo XX, la preocupación por la propiedad intelectual creció exponencialmente. En 1967, la Organización de las Naciones Unidas creó la World Intellectual Property Organization, con el objetivo de proteger los derechos de propiedad intelectual a lo largo y ancho de la Tierra.

Claro que los derechos de propiedad intelectual son fundamentales para incentivar la inversión en nuevos productos y servicios. Sin ellos ¿quien apostaría a la Investigación y Desarrollo?

Pero, sin dudas existen sectores en el mundo global del conocimiento más sensibles que otros. Según Médicos Sin Fronteras, de las 40 millones de personas infectadas de VIH/SIDA, el 90% se encuentra en países en desarrollo. Unas 50 compañías farmacéuticas producen medicamentos antirretrovirales (ARV) en todo el mundo, y se están desarrollando nuevos tratamientos y potenciales vacunas porque existe un mercado para ellos en los países occidentales. Pero las personas que viven con VIH/SIDA en los países en desarrollo siguen siendo ignoradas: de los seis millones de personas que necesitan ARV a día de hoy, sólo 440.000 tienen acceso al tratamiento.
En el día mundial de lucha contra el sida, el Dr. Tido von Schoen-Angerer, director de la Campaña para el Acceso a Medicamentos Esenciales de Médicos Sin Frontera aseguró: los nuevos medicamentos no llegan a las personas que los necesitan para seguir con vida . “El tratamiento del SIDA comenzó en los países en desarrollo desde que estuvieron a su disposición medicamentos genéricos asequibles. Los programas de tratamiento actuales se enfrentarán a una crisis inevitable a menos que podamos garantizar el suministro continuo de versiones genéricas de los nuevos medicamentos ¨

Mientras hoy se discute el significado y alcance de la ¨sociedad del conocimiento¨, el mensaje de médicos sin frontera nos advierte y alecciona sobre la necesidad de un conocimiento volcado a la sociedad. Salvando las distancias, que por cierto son enormes, el modelo abierto del MIT es quizás el modelo a seguir: Quienes pagan por recibir conocimientos (los alumnos presenciales), son quienes subsidian el libre e irrestricto acceso al mismo por parte del resto de la población.

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